LOCO TEQUILA ÁMBAR
El tiempo como alquimista. La osadía de crear lo inesperado.

La paciencia es el arte de los visionarios. Es la capacidad de esperar el momento exacto en el que todo cobra sentido, en el que los elementos encuentran su balance y se convierten en algo más grande que la suma de sus partes. Loco Ámbar es el testimonio de esa espera.
Su alma no nace en un solo lugar, sino en el diálogo entre cuatro barricas inusuales que le otorgan un carácter único. Cada una deja su huella, un susurro de su historia: notas de caramelo y vainilla, trazos de roble ahumado, un eco sutil de especias que acaricia el paladar. Es una sinfonía de matices que se entrelazan en una danza perfecta, una explosión de complejidad que sorprende con su armonía.
Loco Ámbar no teme desafiar las normas. Su personalidad es atrevida, multifacética y profundamente expresiva. Se aventura más allá de lo establecido, encontrando belleza en lo inusual y equilibrio en lo inesperado. Su carácter se define por la sorpresa, por la capacidad de cautivar y transformar cada instante en una obra de arte líquida.


Este tequila es una invitación a explorar lo desconocido, a salir de lo convencional y perderse en un mundo de conexiones inesperadas. Es para los aventureros del sabor, para los que encuentran placer en lo inusual y buscan vivencias que despierten sus sentidos.
La fusión perfecta: El arte del reposo

No todos los reposados son creados de la misma manera. Loco Ámbar es la prueba de que el añejamiento no es solo cuestión de tiempo, sino de visión, de precisión, de maestría absoluta. Su carácter inusual nace de un proceso excepcional, donde cada barrica juega un papel único en la sinfonía de aromas y sabores.
Esta expresión de producción limitada no se conforma con un solo tipo de madera, sino que reposa entre seis y ocho meses en cuatro barricas cuidadosamente seleccionadas, cada una aportando una dimensión única:
- Barrica de whisky irlandés y cerveza stout: una combinación que otorga notas exóticas de miel, malta, granos tostados y cereales, creando una base rica y envolvente.
- Barrica de oporto: donde se desarrollan matices de frutos secos y un dulzor elegante, que elevan la complejidad del tequila.
- Barrica de jerez Pedro Ximénez: encargada de aportar notas florales y herbales, un sutil guiño a los aromas frescos del agave.
- Barrica nueva de roble blanco francés: la última pieza del rompecabezas, que aporta elegantes notas especiadas, añadiendo profundidad y sofisticación.
El color ámbar que da nombre a esta expresión es un reflejo visual del equilibrio perfecto alcanzado en este proceso. En él convergen el aroma del agave cocido, la mineralidad sutil y el carácter herbal que definen a Loco Blanco, pero que, al madurarse en este intrincado proceso, evolucionan y se funden en una expresión jamás antes vista en otro tequila.
Es un destilado que se siente vivo, cambiante en cada sorbo, revelando nuevos matices con cada encuentro. Loco Ámbar no es solo un tequila reposado, es una vivencia irrepetible que desafía las expectativas y redefine lo posible.
HISTORIAS DE LOCURA. LOCO TEQUILA ÁMBAR Y SANTIAGO ARAU.


Loco Ámbar, tequila reposado reta los límites y se atreve a explorar nuevos territorios al igual que la fotografía de Santiago Arau, quien busca perspectivas inesperadas aventurándose en lo desconocido para capturar una esencia desde un ángulo único que sorprende. Loco Ámbar conecta con Santiago por medio de su espíritu aventurero y la búsqueda de lo extraordinario al fusionar cuatro inusuales barricas para crear un tequila sumamente expresivo con una gran diversidad de notas y matices que permiten disfrutar de una explosión de aromas y sabores inigualables.
“Me sorprendió el terruño de Loco Tequila, me encontré con una belleza majestuosa en sus campos de agave que se extienden formando un tapiz de diversas tonalidades, fue una inspiración para mí”. - Santiago Arau.

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